Empezamos un año con toda la actitud e ilusión de que sea mejor que el anterior y que las malas experiencias financieras, nos ayuden a transformar nuestras finanzas y estar más relajados económicamente, pero desafortunadamente la pandemia se extendió más de lo que pensamos y los estragos en la economía han sido muy profundos. Por un lado, es esperanzador que se inicie el proceso de vacunación, pero si hacemos cálculos, todavía faltará tiempo para lograr la anhelada inmunidad y que los indicadores económicos tengan tendencias positivas y más aún, para que lo veamos reflejado en nuestros bolsillos.

Si a todo ese entorno de incertidumbre en materia económica y de salud pública, le sumamos los problemas financieros que se presentan todos los inicios de año con la famosa cuesta de enero, que no es más que el concepto con el que justificamos como sociedad nuestra mala administración del dinero. Pero, ¿A qué se debe? ¿Por qué al inicio de año terminamos haciendo acrobacias financieras o pidiendo dinero prestado? ¿Por qué se recurre a créditos con costos altos para salir del paso?

En adición al impacto que ha dejado el COVID19 en la oxigenación y saturación de nuestro bolsillo, generalmente la cuesta de enero se presenta porque en diciembre consumimos lo que no necesitamos, no se lleva un control del dinero que llega a nuestras manos, y por lo tanto, gastamos de más, no comparamos precios, y no creamos un fondo de reserva para los gastos de inicio de año, como el predial, refrendos, seguros, entre otros.
Para muchos incluso la cuesta de enero es inevitable, ya que lo ven como un tiempo del cual no podrán escapar, pero existen algunas actitudes y acciones concretas que podrías hacer para que la cuesta no te cueste.

Lo primero que te recomiendo que evalues es el estado de tu salud financiera, para saber dónde estás parado. Para ello, elabora una relación de tus salidas y entradas de dinero. Te puede ayudar, el identificar cuánto gastas normalmente cada mes y añadir todo lo que deberás liquidar este inicio de año. Regularmente en enero, todos estamos muy motivados para cambiar aquello que está restando a nuestra vidas, así que el tema del análisis y transformación de tu vida financiera debe ser prioritario. Aprovecha si ya identificaste detalladamente tus ingresos y gastos, para que continues realizando un presupuesto todo el año. Ahí está la clave.

Un tema que será estratégico para este 2021, tanto para tus finanzas como para las de tu emprendimiento o negocio, será la reducción o eliminación de gastos, ya sea con productos sustitutos más económicos o de plano, en el caso de tus finanzas personales, quitar todos aquellos gastos termita (hormiga pero con un añadido digital) que cada mes restan pesitos a tu cuenta, como ejemplo: estar suscrito a 4 plataformas de streaming, tener 3 cuentas de almacenaje en la nueve, servicios premium en tus apps, entre otras.

Por otra parte, una de las mejores enseñanzas que nos dejó la pandemia fue que no debemos depender de una sola fuente de ingresos, porque ante algún imprevisto, nuestro margen de maniobra será más complicado. Por ello, en la medida de lo posible, aumenta tus ingresos mensuales, se creativo y anímate a desarrollar todas tus habilidades. Otra idea, es vender lo que ya no te sirve (puedes usar las redes sociales para ello) y buscar algún proyecto específico que te ayude a solventar los gastos de inicio de año. No tengas miedo, tú puedes.

Para el caso de tus deudas (quizá el concepto que más nos quita el sueño) deberás de ser muy precavido y tomar decisiones inteligentes que no generen un pozo más profundo. Exiten algunas alternativas que podrían ayudarte como la consolidación de pasivos, la negociación para pagos fijos, hacer una reprogamación financiera a tus finanzas, entre otros.

Pero ten cuidado que la falta de educación financiera y la atención de necesidades inmediatas, en casos extremos, nos hace llegar a contratar financiamientos que al final complican más nuestro escenario. Por ejemplo, el crédito prendario que se celebra en las casas de empeño permiten salir de cualquier apuro económico a cambio de dejar depositado algún bien o prenda, pero no representan una opción de financiamiento recomendable por sus altas tasas de interés y costos. Hoy en día sus tasas de interés simple anual oscilan entre el 50% y el 165%.

Te sugiero que sólo se recurras a este tipo de crédito en casos de extrema urgencia y si este enero tienes la necesidad de empeñar algún bien, te sirva de experiencia, para que cambies tus hábitos financieros, lo ideal es que empieces ya, con pequeños cambios lograrás un efecto multiplicador en tus números y estoy seguro, que vivirás más tranquilo.

En GSF Grupo de Soluciones Financieras, contamos con una división de servicios especializados (LTD Limpia tu Deuda Defensoría), con profesionales que te acompañarán en el proceso para hacer un diagnóstico a tu situación financiera y analizar la mejora alternativa para darte un respiro y que te permita salir de esas arenas movedizas en las que te encuentras.

 

 

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