Si bien es cierto que esta crisis sanitaria-económica ha afectado a la mayoria de los sectores de la población y a muchas de las industrias alrededor del mundo, también ha sido una gran área de oportunidad que muchas personas y empresas han utilizado para reinventarse y hacer una reingeniería a sus procesos de negocio. Desde la forma de interacturar con las personas, hasta la simplificación de los procesos de negocio, lo cual ha representado cambios importantes en las diferentes industrias y sectores. Uno de los sectores que tendrá que atender de forma inmediata a esta reestructuración, es el sector de los servicios financieros, ya que el tema coyuntural por el que atravesamos hace más complicado el contacto persona a persona, por lo que la atención al público en sucursales o lugares de forma presencial sufrirá un gran impacto conforme pasa el tiempo. Aquellas empresas que logren incursionar en nuevas tecnologías y faciliten e innoven sus procesos de crédito y captación, serán las que, sin lugar a dudas, sobresalgan en el sector. No es coincidencia que los servicios digitales han estado teniendo un crecimiento importante en los últimos años pero sobre todo en los últimos meses. Además, las instituciones bancarias más importantes le han apostado a la inversión en sus plataformas digitales, prueba de ello es la aparición y aceptación de distintos medios de pago en todo el mundo, la inclusión de más monedas electrónicas y la digitalización de procesos que antes implicaban el contacto directo con la gente. Incluir la tecnología en el sector financiero es un paso muy importante y un reto complejo para países en desarrollo como México, pero al final, habrá de incrementar la competitividad y agilidad del sector en aras de cubrir la gran demanda del mercado mexicano. Es importante mencionar que el sector financiero es la columna vertebral que soporta la estabilidad del país, motivo por el cual será de vital importancia la resiliencia a esta nueva tendencia, así como la cooperación de las instituciones gubernamentales para impulsar la implementación de esta nuevas tecnologías. La recuperación económica irá muy de la mano con la capacidad de respuesta de nuestro sector financiero, así como de las autoridades correspondientes. Como se mencionó en el párrafo anterior, el amplio volumen transaccional del mercado mexicano, exige al sistema una constante mejora en la agilidad concerniente a trámites, autorizaciones y liberación de los mismos. Por lo anterior, la implementación de la tecnología en este sector jugará un papel medular en la recuperación económica del país y en el comportamiento de la curva del crecimiento económico. Ahora, quedarán las expectativas puestas en las instituciones mexicanas, buscando una rápida adaptación a la nueva forma de hacer negocios en el mundo.