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22 de junio de 2020
GSF GRUPO DE SOLUCIONES FINANCIERAS
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Los cambios en la actividad económica de las últimas semanas y todo el tiempo que hemos estado en casa, trabajando desde nuestra computadora, conectándonos a reuniones de trabajo, webinars, reuniones virtuales con familia y amigos, nos ha permitido tener momentos para analizar nuestra situación financiera personal y estoy seguro, que ante las dificultades, nos hemos preguntado por qué no generamos ese fondo de contingencias que intentamos iniciar hace algunos años, por qué no aumentamos nuestra cuenta de ahorro eliminando esos gastos en comidas fuera de casa que pagamos con nuestra tarjeta de crédito o contratamos un seguro de gastos médicos que nos ayudara a prevenir imprevistos en algo tan importante como lo es nuestra salud.
En este artículo, quiero compartirle algunos datos interesantes sobre cómo nos comportamos financieramente para que nos ayude a identificar esos cambios que debemos hacer para tener unas finanzas personales sanas y mayor tranquilidad en nuestra vida.
El primer punto a destacar es que los mexicanos no contamos con un plan financiero personal y llevamos nuestra vida financiera en aproximaciones sucesivas, sin estimar a detalle un control de gasto y planeación que permita incrementar nuestros ingresos. Prueba de ello, es que solamente el 35% de los mexicanos hace un presupuesto y lleva un registro de sus ingresos y gastos, además que solo el 12% de los que tienen una cuenta de ahorro participó en algún curso de educación financiera, según datos de la última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) del INEGI que se elabora en colaboración con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y otras autoridades financieras. Por eso, ante eventos inesperados (como el COVID19) los impactos a nuestras finanzas personales son más contundentes y es más difícil alcanzar nuestras metas financieras.
Por otra parte, en materia de inclusión financiera hemos tenido algunos avances, pero la gran mayoría de los mexicanos seguimos utilizando productos de captación tradicionales y que llegan a nuestras manos sin pedirlos. Por ejemplo, con información de la ENIF el 52% de las cuentas en México son de nómina y solo el 2% son productos a plazo y el 1% de cuentas de inversión, lo que muestra que poca gente invierte su dinero.
Un dato muy interesante, es que los mexicanos seguimos prefiriendo el uso del efectivo para realizar nuestras transacciones. Los resultados de la ENIF muestran que en compras menores a $500 el 95% de las operaciones son en efectivo y en compras, mayores a $500 el 87%. En este sentido, el uso de efectivo siempre será más complicado de controlar, por las fugas que podemos tener en nuestros bolsillos. En las semanas de confinamiento, vimos como se tuvieron aumentos en las compras on line y sin lugar dudas, muchas personas ya están identificando la necesidad de ingresar a la era digital y experimentando en carne propia las ventajas de usar medios electrónicos.
Por lo que corresponde al crédito, los mexicanos utilizamos el crédito para completar el gasto y no como una alternativa de apalancamiento o medio de pago. Con datos del Banco de México, el 72% de los mexicanos paga intereses en su tarjeta de crédito y solo el 28% es considerado como totalero. Eso ha provocado que para mucha gente la tarjeta de crédito se convierta en un dolor de cabeza, que le ayuda a salir de un apuro temporal o posicionarlos en una realidad que no tienen y que no se use inteligentemente: por ejemplo, la compra de bienes duraderos con alguna promoción a meses sin intereses, adquirir bienes necesarios, como una medicina o consulta médica y se aprovechen los 50 días para pagar si se firma un día después de la fecha de corte.
Por último, a pesar de que el COVID19 ha impulsado las compras digitales, la realidad es que no estamos preparados para incorporarnos a la nueva era financiera que las nuevas condiciones del mercado nos exigen como son los pagos digitales. A pesar de que tenemos la opción de hacerlo de manera gratuita a través de la plataforma Codi de Banco de México y que es proporcionada por las aplicaciones de nuestros Bancos, he visto que casi nadie la utiliza, a pesar de que puede ser una excelente herramienta para incrementar nuestras ventas y cumplir con las medidas de sana distancia y preventivas necesarias en estos días. Los contratos de banca por celular en los últimos 3 años se han incrementado en 115%, según datos de la CNBV, lo que significa que muchos de nosotros ya tenemos la app descargada en el celular y la usamos para checar el saldo, pero no le hemos sacado provecho a todas las herramientas disponibles. Incluso hay muchas aplicaciones que aportan temas de educación financiera o te ayudan para llevar un control de tus metas financieras.
Te invito a que analices tu perfil financiero, lo adecues a la nueva realidad que estamos viviendo y pongas en marcha acciones que te ayuden a controlar y hacer crecer tus finanzas personales.
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