Es común escuchar a dueños de negocios decir: “mi empresa ha crecido sin necesidad de endeudarme o salir a buscar un socio; todo lo he conseguido con recursos propios”; así me lo enseñó mi abuelo y me ha ido bien. 

La realidad es que, utilizado de manera inteligente, el crédito puede ser un aliado estratégico para impulsar el crecimiento de tu negocio o para reactivar tu actividad económica ahora que estamos viviendo una nueva normalidad.

Una de las principales ventajas del crédito es que te permite realizar proyectos en tiempo presente (el día de hoy) tales como aumentar tu producción,  adquirir nueva tecnología o maquinaria, adaptarte a los nuevos mercados y desarrollar los productos que se están demandando hoy en día; que si tuvieras que esperar a tener el dinero que necesitas mediante reinversión de utilidades, tendrías que esperar más tiempo y es probable que se te esfumen algunas oportunidades.

Existe un término que debes conocer para entender mejor las ventajas de un financiamiento: el apalancamiento financiero es el grado en el que una empresa utiliza el dinero que le han prestado, para adquirir activos que ayuden a incrementar sus utilidades.

Para poner un ejemplo sencillo, una persona se apalanca de sus ahorros cuando compra una casa y decide pedir un crédito hipotecario para terminar de pagarla. Si la propiedad se revende a un valor mayor, se obtiene una ganancia.

Para que realmente el crédito te ayude a crecer o reactivar tu negocio, antes de salir a buscar recursos determina qué tipo de crédito requiere tu empresa según su perfil, necesidades de crecimiento,  circunstancias actuales y perspectivas de mercado. Recuerda que el confinamiento y la actual pandemia, cambiaron las reglas del juego, así que debes adaptarte a las nuevas circunstancias. Para ello, existen muchos tipos de crédito y es fundamental que solicites el adecuado para obtener los mayores beneficios y proteger la salud financiera de tu negocio.

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